" A CORAZON ABIERTO",,,


Siempre aconsejamos que cuando el auto empieza con algunas “nanas” tiene que pasar por el taller para “chapa y pintura”. Al menos lo simplificamos así cuando le decimos a un amigo: “es necesario que te hagas eso con el médico”.
O matemática simple, cuando entramos en una edad bastante recorrida ya por la vida, es más que obvio que algunas “tuberías” tengan la necesidad de un mantenimiento.
Y así podemos seguir diciendo, etc, etc, etc.
Para lo que a veces no estamos muy preparados o prontos para la ocasión, es cuando el “auto” o las “tuberías” todavía están de fábrica, e igualmente tienen que entrar a “taller”.
Lo cierto es que “entró” y quedó mejor que cuando vino “de fábrica”.
Hoy en nuestra página les traemos una historia de vida. Unos padres que en la intimidad de la familia, no dejaron nunca escapar la fe y todas las energías para que su “nene” volviera y contara la experiencia. Un hijo que desde el CTI del Sanatorio cuando apenas pasaban segundos del cumpleaños de su mamá, se las ingenió para hacerla entrar y ser el primero en decirle ese día: ¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS MAMÁ!!!
Te vas a olvidar de este día? NO.
Se te corrió una lágrima por la mejilla de emoción y felicidad? SI.
GRACIAS DIOS, GRACIAS HIJO, GRACIAS A LA VIDA, me parece estar escuchando de parte de Paula y Leonardo.
Toda la familia de Alejandro, todos sus amigos, y la familia Supersónica estaba muy al tanto de cómo iban las cosas. Tal es así, que un pajarito nos contó, que como el “nene” es gran hincha de Peñarol, y  gran admirador de un personaje que no solo lo conocemos todos por andar con su inconfundible “uniforme carbonero” en las carreras de calles, sino también lo vemos en el Estadio cuando juega el Carbonero y lo vemos robando cámaras de Televisión en vestuarios como el popular: “WALTER”. Sin dudas, el  “corazoncito” de Alejandro se iba a alegrar mucho más aún, si Walter lo iba a visitar. Apenas se entero este personaje de este deseo, me dijo: Decime dónde tengo que ir?. Y ahí empezó la movida. Esperamos que le dieran el alta médica porque en el Sanatorio así vestido no lo iban a dejar entrar, y ni te cuento si en la recepción eran hincha del otro equipo. Nos fuimos hasta su casa, en Solymar, y nos encontramos con una grata sorpresa: sus amigos, los que están en todos los momentos, hinchas del “bolso” y del “manya”, estában haciéndole el aguante. Juegan al “Play Station” y se arma flor de tarde. Ahí estábamos con Alejandro: Diego, Joaquín (Peñarol) y Joaquín (Nacional), Martín, Santiago Pernas y Santiago Abbondanza, Rodrigo, Nicolás, “Walter”, su mamá Paula, su papá Leonardo, el gato y yo. Bromas, refrescos, picadita, y un momento emocionante: Walter llevó como sorpresa y de regalo, una taza grabada con los colores del amarillo y negro, un mensaje escrito que levanta a cualquiera que esté caído, “AMIGO ALEJANDRO, NOS UNE LA MISMA PASION: PEÑAROL”. Y también como recuerdo le dejo una de esas “manitos inflables” que vemos en los partidos de fútbol. Seguramente anoche cuando se acostó en su dormitorio, lo volvió a tener entre sus manos y recordando esa tarde, que ya ocupa un lugar de la que no se olvidan en su corazón. Y sin dudas, que se sumarán a todos los detalles que se puedan imaginar que con los colores de su querido “carbonero” tiene en su dormitorio manya. Es momento que vaya terminando con este lápiz y papel, y es momento para irme con el permiso del Dúo Dinámico quien compuso la canción que dice:
“…Resistiré para seguir viviendo
     Soportaré los golpes y jamás me rendiré
     Y aunque los sueños se me rompan en pedazos,
    Resistiré, resistiré.”

Hasta la próxima.
Gerardo





2 comentarios:

CRIS. dijo...

COMO SIEMPRE, MUY BUENA LA ENTREVISTA Y EL RELATO, VALE LA PENA ACOSTARSE A ALTAS HORAS YA QUE DESPUES TODOS PODEMOS DISFRUTAR DE TU DESVELO. ADELANTE. BSS.

Anónimo dijo...

Que excelente Gerardo, me encanto!.
Te felicito y me alegro mucho que todo haya salido bien con Alejandro.
Saludos para todos.