RELATO DE LA 29 na. MARATONA INTERNACIONAL DE PORTO ALEGRE (BRASIL)



Foto: Jorge Alberti, Rossana Gonzalez y Juan Carlos Da Rocha 

MARATONA SILENCIOSA

(Tres Supersónicos en 29ª Maratón internacional de Porto Alegre, 3 de junio del 2012)

6:45 de la mañana arribamos en Montevideo a las afueras de la terminal Tres Cruces, lugar donde nos dejó el bus de la excursión organizada por “Los Coyotes” al maratón de Porto Alegre. Hace frió y no amaneció, emprendo el camino de regreso con bolso y mochila pesadas. En el camino pienso que si, que es difícil expresar y explicar con palabras algunas vivencias o en realidad quizás no sabemos como hacerlo. Un profesor hace unos cuantos años atrás nos decía:-¡hay gente que camina por la facultad sin que la facultad camine sobre ellos! ¡Y lo mismo pasa en la vida!-... ¿estos tres días? nos pasaron por arriba, los tres sabemos que esto no fue solo correr una maratón.

En el viaje de regreso dormimos como unos bebes, era lógico después de semejante esfuerzo, la más entera era  Rossana, que aprovechó para vengarse de que no la dejamos traer ningún brasileiro en la valija y se divirtió sacándonos fotos dormidos.
Igualmente hubo tiempo de hacer una pausa en el viaje y tomar un café en un parador a la salida de Porto Alegre, el café de color negro más profundo que habíamos visto y seguir riéndonos un rato de nuestras vivencias en esta aventura.

Crucé la meta de la maratón y el tiempo logrado ya me generaba una interrogante y una afirmación, ¿habré corrido mi maratón más  rápida? ¡Ro se había “comido” la maratón!  Las mujeres largan 15 minutos antes que los hombres y si nunca la llegué a alcanzar es que había hecho una gran maratón. Recuperamos, nos hidratamos bien y fuimos en busca de nuestros compañeros, busqué, busqué, pero no encontré a Ro, miré un poco algunas llegadas, pero no vi que llegara Jorge, ¿habrá pinchado este muchacho?
Empecé a caminar lentamente hacia el norte, con poca fe, esperando divisar la llegada de Jorge, de ahí venían los competidores. Hacia ese lugar se encontraban un puñado de uruguayos que hacían mucho ruido, alentando a cada uruguayo que pasara como si hicieran un gol en el estadio de Maracaná, pero no solo a los uruguayos alentaban, alentaban a todo lo que se movía, uruguayos, brasileños y si pasaba alguna doña haciendo mandados también la alentaban.

El barullo que hacían estos uruguayos contrastaba con lo que fue la maratón, una maratón encantadoramente silenciosa y muy calida, fue un placer correr por esas calles de Porto Alegre. Colmó totalmente nuestras expectativas e ilusiones que traíamos desde Montevideo, desde donde habíamos partido el jueves a la noche. Hacia días que recibíamos mucha fuerza de nuestros compañeros de equipo y todo eso hacia que aumentara nuestra adrenalina.
El viaje de ida fue duro, difícil, pero bueno, llegamos, y desde ese día no paramos.
En el desayuno comentamos: -este fin de semana nosotros dos somos las estrellas del equipo-, -¿cómo ustedes dos? ¿Y yo?- pregunta  Ro, -si Ro, nosotros somos las estrellas, vos sos el cielo-.

Luego del desayuno empezamos la recorrida por la ciudad, calles, callecitas, plazas algún museo, algo de la rambla, algún parque y hasta algún Shopping,.
A la noche volvimos a salir, fuimos a cenar, terminamos en la “Ciudad de Vayas”, un lugar lleno de bolichitos y barcitos con algo de música, una pizza alguna cerveza y a disfrutar. Zorros viejos, con Jorge nos dimos cuenta y nos miramos inmediatamente cuando un par de muchachos observaban el pasaje de nuestra Rossana entre las mesas, robándoles totalmente sus miradas, dos Supersónicos machistas y celosos no podían permitir un posible conquista amorosa de nuestra Rosssana, y desde ese momento nos prometimos ponernos espalda con espalda y custodiarla durante todo el paseo.

En la vuelta había un “salón bailable”, intentamos convencer a Jorge de que nos llevara, con la promesa de retíranos temprano, nos costo, nos costo convencerlo, creo que  nos llevó como unos 5 segundos convencerlo. Allá fuimos, haciendo la fila para entrar nos piden los documentos: y nos preguntan. -¿de donde son ustedes?- , -de Uruguay- responde Jorge,  -¡Uruguai! ¡boa festa boa festa!-.
 Igualmente después descubrí porque son tan amables con los uruguayos en Brasil, ellos te distraen con su amabilidad y el Ministro de comunicación te saca los cómputos del celular, cuando salí de Montevideo tenía 700$ y cundo volví me quedaban 20.
Bueno nada, bailamos un poco, ¿“bailamos”?, ellos bailan, nosotros nos movemos, son unos animales, caminan bailando, hablan bailando, deben hasta dormir bailando. También había música en vivo, una aplanadora, todavía tengo retumbando la música en mi cabeza

A las 3:30 estábamos durmiendo y a las 8:00 en pie para ir a buscar nuestros kit para la carrera y ya que estábamos seguimos paseando otro poco.
 Este día si, tempranito a la cama, a las 22:00 estábamos en nuestras habitaciones descansando en la previa a la maratón, estábamos cansados, muy cansados.

¿La maratón?: preciosa maratón, muy linda, nos encanto recorrer sus callecitas, algunas empedradas, sus avenidas, sus parques, sus plazas, edificios modernos otros antiguos, pasamos bajo un puente y un tren literalmente paso por encima de nosotros, calles bañadas con sol  y otras con mucha sombra, muy cambiante y divertida, llamativamente silenciosa.
Casi en la llegada nos dimos cuenta porque los brasileños juegan tan bien al fútbol, había una cancha de 11…!pero en la arena!

Sigo caminando despacio y mirando hacia el norte esperando la llegada de Jorge, ya un poco preocupado, doy la vuelta hacia el  arco de llegada nuevamente, y ahí venían Ro Y Jorge riéndose felices y contentos, “el pelado” ya hacia unos cuantos minutos que había llegado, nos felicitamos los tres y Jorge se puso a estirar sacudiendo una pobre palmera que había en un cantero.

Varios record se rompieron en este viaje: Jorge bajo en  20 minutos su tiempo en maratón y fue nuestro guía turístico, traductor y nos cuidó durante los tres días.
Bajé en 45 segundos mi tiempo en maratón y rompí el mito de que no puedo dormir en los ómnibus, entre ida y vuelta debo haber dormido unas cuantas horas arriba del bus.
Entre los dos logramos que Ro no se venga con ningún recuerdo amoroso de Brasil…o por lo menos es lo que creemos nosotros, solo le dejamos abrazar un árbol y una estatua de buda que había por ahí.
La heroína de todo esto ya sabemos quien fue, Rossana bajó casi 20 minutos su tiempo en maratón, fue la primera uruguaya en cruzar la meta y no creo que haya nadie en todo el territorio brasileño que haya entrado a tantas farmacias a comprar un dichoso shampoo que no hay en Uruguay, compró unos 7 shampoo, a un promedio de 2.3 shampoo por día.

 Los tres corrimos nuestra maratón más rápida, sabemos que eso no es lo más importante, pero saben y sabemos lo lindo que es bajar algún tiempo debes en cuando.
¿Cómo logramos eso? ¡Estábamos mal dormidos cansados! Al contarle, mi madre ensaya una respuesta:-lo que sucedió es que estaban contentos-, y si, creo que esa es la razón. Corrimos muy concentrados pero contentos, felices, nos habíamos divertido mucho y reído bastante, no había forma de que esto no tuviera un final feliz.

Gracias a todos, volveremos volveremos

JUAN CARLOS 

Álbum de Fotos de la Maratón de Porto Alegre en : Sitios Supersónicos

1 comentario:

GERARDO BASIGNANI dijo...

HERMOSO RELATO, ELLO NOS PERMITE A LOS LECTORES IR CORRIENDO CON USTEDES EN LA COMPETENCIA. FELICITACIONES POR LOS TIEMPOS BRILLANTES. SOLO SI SOS CORREDOR ENTENDERAS LO LINDO E IMPORTANTE QUE ES PARA CADA UNO EN LO PERSONAL QUE EL RELOJ LLEGUE ANTES QUE LA ANTERIOR. QUE MAS PALABRAS PUEDO AGREGAR A ESTE DETALLE IMPECABLE QUE ACABAN DE ESCRIBIR EN LA HISTORIA??...FELICITACIONES UNA VEZ MAS, A LOS TRES Y A CADA UNO EN LO PERSONAL. ORGULLO DE SER SUPERSONICO. GRACIAS.