La cordillera nos vio pasar casi sin saludarnos, es que estaba tal vez en silencio producto que por los calores que aún reina por estas latitudes no han dejado nieve sobre ellas. Los flash de las cámaras de fotos no dejaban de sonar cuando alguien dijo: aquel, es el _Aconcagua. Santiago nos recibió con 30 grados de temperatura. Sus 17 millones de habitantes se quejan porque el verano no los quiere abandonar, y eso provoca que las grandes masas de turistas que vienen en busca de nieve, no lo hagan por estos días. El aire se nota húmedo, la gente es sencilla y amable, la limpieza en las calles nos sorprende apenas llegamos. Andar con mate y termo como tradición de uruguayos, provoca que seamos la atenta mirada de varios. El Centro donde se entregan todos los elementos para correr la Maratón de Santiago está repleto. Desde el calzado patrocinado por la firma del Sponsor , pasando por los accesorios y hasta la bandeja de pastas que te sirven, sin olvidar las promotoras que te regalan al pasar lo que no te puedas tal vez imaginar. Las distintas delegaciones empiezan a llegar desde todas partes del continente, el temblor de tierra de los últimos días quedó atrás, el río que cruza la ciudad practicamente esta en un hilo dental, la noche nos abraza con una luna a medio dibujar, y como todo viernes en cualquier ciudad, su gente deja su trabajo para un momento de relax, de panchos y de cervezas. Mañana sabado día de fotos en la mañana, en la tarde la mayoría tomará descanso, porque el domingo a las 8 am se larga la de 42km. Dicen los que ya la corrieron, que los 20 iniciales son en subidas, que luego hay un descanso de unos 10kms, y el remate de los 12 y monedas en bajada. Cruzar la meta será motivo de sensaciones extrañas, sobre todo para los que la corremos por primera vez, pero no te lo puedo contar ahora porque no lo he vivido aún. Solo unas pocas horas me separan de ese momento, y solo si estas dentro de la competencia podras contarlo. Como dice el viejo refrán : VIVIR PARA CONTARLO.
Supersónicos presente, con su bandera, con su camiseta y con el convencimiento que un equipo de compañeros lo esta sosteniendo para llegar.
hasta la próxima, con más cortitas, desde Santiago de Chile.
Gerardo
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